La nueva Ley de residuos es ya una realidad. La trasposición de las Directivas (UE) 2018/851 sobre residuos y la 2019/904 relativa a los plásticos; obliga a productores, gestores y entidades locales a poner en marcha las medidas necesarias para lograr los objetivos de reducción, reutilización y reciclaje que esta nueva normativa impone.
Esta ley viene a preservar nuestros recursos naturales, a proteger el medio ambiente y la salud humana y, en definitiva, a marcar las pautas de gestión que como país nos permita avanzar hacia una economía circular y baja en carbono.
Pero este tránsito no será fácil, España no ha hecho sus deberes. Los datos informan de que hay mucho trabajo por hacer. Lo positivo: contamos con fondos europeos que permitirán, entre otras cosas, abordar la construcción o modernización de nuevas infraestructuras, el abordaje de las nuevas recogidas selectivas y la financiación de campañas de sensibilización eficientes.
Si aterrizamos y miramos la composición de nuestros residuos domésticos, la conclusión está clara. Debemos apostar claramente por la economía circular reduciendo la generación e implantando sistemas eficaces para la recuperación y el reciclaje efectivo de los residuos orgánicos. Representan alrededor del 42% (PEMAR 19/22), sin lograr su aprovechamiento todo esfuerzo será en vano.
Conscientes de esta situación, intentando arrojar un poco de luz a las entidades locales que se inician en la recuperación de la fracción orgánica de los residuos municipales (FORM), el pasado mes de mayo, desde Anthesis Lavola, celebramos el webinar titulado LA RECOGIDA SELECTIVA DE LA FRACCIÓN ORGANICA: RETOS Y ESTRATEGIAS.
A continuación, hacemos un repaso de lo que se debatió.