La cara humana del cambio climático

Tenemos que trabajar conjuntamente para que las personas más vulnerables de aquí y de todo el mundo puedan sobrevivir y adaptarse al cambio climático.

la cara humana del cambio climático

La lucha contra el cambio climático

Este 25 de septiembre se cumplieron seis años desde que la ONU adoptaba la Agenda 2030, posiblemente el plan de acción más ambicioso para poner el desarrollo sostenible en el centro de nuestras decisiones, como gobiernos, organizaciones y ciudadanía.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y sus metas se han convertido en un elemento tangible para hacer de este compromiso común y universal una realidad, una oportunidad en forma de objetivos para las personas y el planeta. Así, en el contexto de las organizaciones, los ODS se han transformado en un marco de referencia, siendo un 43% de las compañías que ha decidido integrarlos dentro de la cultura corporativa, según el informe Contribución de las empresas españolas a la estrategia de Desarrollo Sostenible 2030.

Las consecuencias son evidentes. El compromiso empresarial con el desarrollo sostenible ayuda a impulsar el liderazgo y la transparencia, permite identificar riesgos y oportunidades empresariales, aumentar la confianza entre todas las partes interesadas, además de mostrar al mundo la interrelación existente entre la empresa, la sociedad y el planeta.

Otro punto de importancia en la actualidad es que el 44% de las organizaciones afirma que la implementación de la Agenda 2030 ayuda a ser más resilientes ante futuras crisis. Y la crisis de la Covid-19 es una muestra de cuán necesaria es una cultura corporativa alineada a las necesidades de su entorno: para las personas que la forman, para la sociedad a la que sirve, para los recursos naturales con que opera y para la economía a la que aporta.

Y ya entrados en la Década para la acción, los resultados muestran cómo de persistentes pueden ser los retos si no se toman acciones firmes y concretas, tal como nos ha demostrado la crisis climática. El mismo informe expone que el ODS 13, Acción por el clima, que busca adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos, es uno de los objetivos más importantes para las compañías. Sin embargo, la brecha entre el compromiso y la implementación de medidas sigue sin ser evidente. El último informe del IPCC señala que, sin reducciones drásticas en los gases de efecto invernadero, será imposible limitar el calentamiento global a 1,5ºC, tal como pedía el Acuerdo de París.

La acelerada crisis climática vivida en tiempos de pandemia ha sacado la cara más humana de los actuales y potenciales riesgos del planeta. Sólo durante el 2020, 30,7 millones de personas migraron por las consecuencias climáticas, el 94% de la población española se vio expuesta a la contaminación del aire con unos límites superiores a los recomendados por la OMS.

Y es que, el cambio climático es algo que debemos abordar conjuntamente. Aunque todas y todos estamos expuestos a la crisis climática, ésta tiene efectos devastadores sobre las personas y países más pobres, tal y como explica Oxfam Intermón en su última campaña Plántate, en la que ponen de manifiesto que quienes menos contribuyen al cambio climático son quienes más sufren sus efectos en forma de inundaciones, sequías prolongadas o huracanes.

Debemos trabajar conjuntamente para que las personas más vulnerables de aquí y de todo el mundo puedan sobrevivir y adaptarse al cambio climático, al mismo tiempo que debemos exigir una reducción significativa de emisiones de carbono, así como una economía transformadora en forma de políticas públicas que permitan poner en el centro a las personas y al planeta.

La protección del planeta no es el deber de unos pocos, es una demanda colectiva. Hablar de salud del planeta es hablar de la salud de quienes lo habitamos.

Artículo conjunto con:

oxfam colabora en la lucha contra la cara humana del cambio climático

Fuentes: