
El Parlamento de Cataluña aprobó el 4 de marzo de 2020 la Ley catalana de prevención de pérdidas y despilfarro alimentario con el objetivo de reducir los residuos, las pérdidas y el despilfarro a la mitad por 2030. Para conseguirlo, la ley comprende todas las etapas de la cadena alimentaria, con una visión transversal y multiactor, y prioriza la prevención en origen con respecto a la redistribución de excedentes. A lo largo de 2023, está previsto que las regulaciones pertinentes se aprueben y se ponga en marcha el despliegue de la normativa.
Esta ley genera una oportunidad estimulante para todos los grupos de interés y agentes de la cadena alimentaria. Los agentes implicados tienen una oportunidad de conseguir que la lucha contra las pérdidas y derroche alimentario se convierta en un beneficio tanto por la actividad como por el medio ambiente a través de la economía circular y la eficiencia de recursos.
*Fuente: “Guía para la implantación de un Plan de prevención y reducción de las pérdidas y el despilfarro alimentario en las empresas agroalimentarias” (2020), Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.
OBJETIVO
El principal objetivo de esta ley es conseguir el desempeño del ODS 12.3: reducir las pérdidas y derroche alimentario en un 50% en 2030. A nivel mundial, la FAO estima que un tercio de los alimentos producidos acaban siendo residuo cada año. En Cataluña, todavía no se tienen datos sobre la magnitud total de esta cifra, pero ya se sabe que, desde la etapa de distribución al por menor hasta los consumidores, el volumen anual de este residuo es de 262.771 toneladas. Con la ley aprobada se pretende cuantificar este dato de forma concreta.
La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular establece también a la reducción en un 50% de los residuos alimentarios per cápita en la producción primaria, en la transformación y la fabricación, en la venta minorista y otros tipos de distribución de alimentos, en restaurantes y servicios de alimentos, así como en las casas en línea con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas para 2030.

OBLIGACIONES
Las regulaciones estipuladas en la ley aprobada en 2020 entrarán en vigor este 2023. Durante este año, el Gobierno desarrollará las acciones que cada agente de la cadena alimentaria deberá cumplir obligatoriamente. A continuación, destacamos algunas:
- Productores y fabricantes: integrar los principios de reducción de pérdidas y despilfarro alimentario en la estrategia de Responsabilidad Social Corporativa.
- Almacenamiento y distribución: posicionar la marca con responsabilidad social y ambiental a través de acciones para reducir las pérdidas y despilfarro alimentario e informar a los consumidores sobre hábitos de consumo responsables, así como hacer acuerdos con proveedores y otras empresas para cumplir la priorización de las acciones de prevención.
- Hoteles y restauración:
- Separar la recogida de los residuos orgánicos, detectar aquellos recursos que podrían aprovecharse y promover el consumo de productos de temporada y de proximidad.
- Implementar programas educativos para entidades que operan caterings y comedores escolares.
- Facilitar que los consumidores se lleven la comida sobrante sin coste adicional.
- Administración pública: integrar nuevas cláusulas en los contratos y concursos públicos para prevenir el despilfarro y las pérdidas alimentarias; recoger datos de generación y prevención de despilfarro y pérdidas alimentarias, y elaborar un Plan Estratégico Catalán.
La siguiente priorización de acciones se aplicará como obligación para todos los agentes de la cadena: prevención del residuo, destino para consumo humano, alimentación animal, valorización material (usos industriales), valorización material (compostaje), valorización energética (biogás), otras valorizaciones energéticas y eliminación. Aparte, se establece una serie de obligaciones comunes para todos los agentes excepto las microempresas:
- Elaborar un PLAN ESTRATÉGICO de prevención y reducción de pérdidas y despilfarro alimentario.
- MEDIR e INFORMAR, anualmente, de los indicadores de seguimiento.
- CUANTIFICAR la donación de alimentos para consumo humano o alimentación animal.
¿Cuáles son los 10 principios para implementar un Plan Estratégico de prevención de pérdidas y despilfarro alimentario?
- Definir los objetivos estratégicos del plan.
- Designar un equipo de trabajo y/o persona responsable.
- Describir los flujos del proceso de producción.
- Cuantificar las pérdidas y despilfarro alimentario a través de una serie de indicadores (huella de carbono, huella hídrica, etc).
- Analizar las causas y definir acciones de prevención y reducción.
- Identificar puntos críticos y definir medidas correctivas.
- Formar al personal.
- Desarrollar un sistema de monitorización, documentación y registro.
- Comunicar los resultados logrados.
- Verificar y actualizar el plan.
Anthesis Lavola tiene una amplia experiencia en todo el proceso de prevención del despilfarro alimentario, desde la medición hasta la elaboración de estrategias y de informes. Llevamos muchos años apoyando nuestra lista de clientes para impulsar la sostenibilidad en toda la cadena de suministro de alimentos, incluidas las de los sectores de venta al por menor de comestibles, hostelería, catering y fabricación de alimentos y bebidas.
Nuestros expertos ofrecen ayuda práctica a aquellos que buscan reducir el despilfarro alimentario mediante la evaluación del coste real de los residuos, la elaboración de planes de acción para abordar los residuos, la creación de un legado y la promoción de cambios a largo plazo.
Si deseas activar esta transición hacia la lucha contra las pérdidas y despilfarro alimentario y al mismo tiempo reforzar los aspectos competitivos relacionados con la implantación de esta ley, puedes contactar con nuestras expertas.
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