La situación de alarma sanitaria actual ha obligado a cerrar aquellas actividades no esenciales con la incertidumbre de cuándo se reabrirán y sólo los edificios y locales esenciales permanecen abiertos.
Desde Anthesis Lavola, ofrecemos orientación sobre cómo las empresas, tanto las que operan como las que se preparan para cerrar, pueden contribuir en la lucha contra propagación del COVID-19 mediante la introducción de ciertas medidas de control de los edificios.
Medidas durante el uso y operación del edificio
Para reducir la posibilidad de que los virus y las bacterias proliferen dentro del edificio durante su uso y operación, recomendamos considerar las siguientes medidas:
- Aumentar la ventilación y la aportación de aire exterior. Aumentar el volumen de aire de impulsión evitará que se acumulen concentraciones de aire viciado con una carga bacteriana o viral, diluyéndolo con el aire fresco.
- Sistemas de recirculación de aire. Los sistemas de climatización que son puramente térmicos y no tienen mecanismos de recirculación de aire, pueden dejarse encendidos. Sin embargo, todo sistema que disponga de recirculación debería apagarse para evitar que el aire viciado con una carga bacteriana o viral se reintroduzca en el edificio.
- Ventilación natural. Abrir las ventanas aumentará ventilación y aportación de aire fresco en el edificio, diluyendo aún más el aire viciado con carga micobacteriana.
- Filtros de alta eficacia. Las unidades de ventilación con filtros de partículas de alta eficiencia (HEPA) eliminarán las bacterias y los virus del aire, reduciendo así la carga.
- Sistemas Ultravioleta. Los emisores de radiación ultravioleta de aire eliminan mohos, virus, bacterias y olores de los sistemas de climatización. No obstante, se debe tener en cuenta que, si se mantiene el caudal de aire y se elimina la recirculación, el aire entrante debería estar limpio, por lo que el beneficio puede ser mínimo.
- Baños. Para minimizar el riesgo de formación de aerosoles y la propagación de agentes patógenos, cuando sea posible, es una buena práctica descargar el inodoro con la tapa cerrada, evitar el uso de secadores de manos de alta velocidad y mantener el ventilador de extracción encendido las 24 horas del día.
Medidas con poco efecto práctico
Desafortunadamente, el COVID-19, como el SARS-COV-2, no es particularmente sensible a la temperatura (>30°C) o a la humedad (>80%) en el rango normal. En este sentido, los cambios de temperatura en la calefacción o el aire acondicionado o los niveles de humedad no ayudarán.
Ha habido declaraciones que recomiendan limpiar los conductos de ventilación para evitar la transmisión a través del sistema de ventilación. La limpieza de los conductos no es eficaz contra la infección de estancia a estancia porque el sistema de ventilación no es una fuente de contaminación si el espacio está previamente bien ventilado con aire fresco y sin uso de recirculación.
El cambio de filtros tendrá poco beneficio a menos que estén obstruidos, ya que los filtros de aire típicos no capturan las bacterias o los virus por ser demasiado pequeños. Los filtros obstruidos no son una fuente de contaminación en este contexto, pero reducen el flujo de aire de suministro, lo que tiene un efecto negativo.
Medidas para el cierre de un edificio como consecuencia del COVID-19
- Apagar la iluminación y todos equipos eléctricos no esenciales (no sólo en stand-by).
- Apagar y limpiar los frigoríficos y congeladores, y dejar la puerta abierta para evitar el moho.
- Vaciar y limpiar todas las papeleras y contenedores.
- Dejar las tapas de los inodoros bajadas.
- Cerrar localmente los grifos, si se dispone de válvulas (excepto en el sistema de calefacción)
- Comprobar el funcionamiento de los sistemas que puedan ser necesarios mientras el edificio esté desocupado (particularmente los sistemas de seguridad).
- A consecuencia que el edificio está desocupado, existe una mayor probabilidad de robos. Es preciso tomar todas las precauciones adicionales para asegurar que todo lo que pueda llamar la atención se ha retirado, asegurar que todas las puertas contra incendios estén cerradas y poner el sistema de alarma (si está instalado) al salir.
- Muchos edificios disponen de sistema de gestión y de monitorización de consumos y pueden ser controlados remotamente a través de Internet. Es aconsejable hacer un seguimiento del consumo de energía al cierre y posteriormente para verificar que éste es el esperado.
Medidas para la reapertura de un edificio después del cierre por COVID-19
- Comprobar que todos los sistemas que sean necesarios (especialmente los de seguridad) siguen funcionando correctamente.
- Limpiar y secar todas las superficies con un producto antibacteriano.
- Contratar un técnico de servicios de edificios para desinfectar los sistemas de agua fría y caliente con cloro o similar, prestando especial atención a las duchas. Abrir las válvulas cerradas de los grifos y dejar correr el agua (fría y caliente) hasta que salga limpia.
- Volver a poner en funcionamiento los frigoríficos a la temperatura de trabajo habitual.
- Comprobar que la luz y la iluminación de emergencia siguen funcionando.
- Comprobar que la alarma de incendios, las cámaras de seguridad y los sistemas de seguridad funcionan correctamente.