
Contenidos
- Estructura de la norma
- Adaptación de las exigencias
- Ecosistema para las pymes
- Pasos futuros
- Contáctanos
Comparte este artículo
Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el 99,8% del tejido empresarial europeo, por lo que su papel es crucial en la transición hacia una economía más sostenible. Ante este contexto, la Unión Europea ha desarrollado un marco normativo voluntario que facilita el reporte de información de sostenibilidad por parte de las pymes no cotizadas, procurando que las obligaciones propuestas sean proporcionales a su tamaño.
La Norma Europea de Información de Sostenibilidad voluntaria para pymes no cotizadas está pensada especialmente para empresas de entre 10 y 250 empleados. El objetivo es ofrecer una guía sencilla, armonizada y adaptada a las capacidades de dichas empresas, que les ayude a:
- Responder a las solicitudes de información de sostenibilidad por parte de grandes empresas.
- Facilitar el acceso a financiación al proporcionar datos útiles a bancos e inversores.
- Mejorar la gestión de sus retos ambientales y sociales, fortaleciendo su crecimiento y resiliencia.
- Contribuir a una economía más sostenible e inclusiva.
Este Estándar fue desarrollado por EFRAG, la misma entidad a la que la Unión Europea encargó las normas que acompañan la regulación CSRD para grandes empresas. En noviembre de 2023 se publicó un primer borrador, que se sometió a consulta pública, y la versión revisada se presentó en diciembre de 2024.
Ahora, la Comisión Europea tiene en sus manos su adopción formal como norma voluntaria, algo que se espera para mediados de 2025.
Estructura de la norma
La norma está estructurada en dos módulos, lo que ofrece flexibilidad a las pymes, al permitirles comenzar con los requisitos más básicos y, si lo desean, avanzar hacia un nivel más exigente. Los módulos propuestos son:
- Módulo Básico: Es el núcleo de la Norma y contiene los temas clave que se espera que las pymes aborden en su informe de sostenibilidad, sin necesidad de contar con conocimientos técnicos avanzados. Se divide en tres grandes bloques: información general, aspectos ambientales, y cuestiones sociales y de gobernanza, donde se solicita información sencilla sobre consumos de agua y energía, emisiones de carbono, generación de residuos, características de la plantilla o índices de siniestralidad, entre otros.
- Módulo Integral: Aborda temas más avanzados y responde a necesidades específicas de bancos, inversores y socios comerciales, ya que aporta información que les permite evaluar mejor el perfil de sostenibilidad de la empresa y cumplir con sus propias obligaciones normativas. La estructura es similar a la del Módulo Básico, pero en este caso se incluyen requisitos que exigen una mayor madurez, como la adopción de una estrategia de sostenibilidad, objetivos de reducción de emisiones de carbono, identificación de riesgos climáticos o información sobre derechos humanos.
Adaptación de las exigencias a las pymes
Este Estándar ha sido diseñado para minimizar la carga económica y administrativa. Por ello, uno de sus puntos clave es que su aplicación es voluntaria. Cada empresa puede decidir si publica sus datos y hasta qué punto lo hace, según sus necesidades, prioridades estratégicas y vínculos comerciales. Así, se fomenta la transparencia sin poner en riesgo información sensible.
Por otro lado, la Norma no exige realizar un análisis de doble materialidad, un proceso costoso y técnico, como sí ocurre con las grandes empresas bajo la regulación CSRD. En lugar de ello, las pymes pueden basarse en guías sectoriales ya elaboradas por expertos, que proporcionan criterios claros y accesibles, adaptados a sus necesidades y capacidades.
Además, tampoco se requiere que las pymes sometan sus informes de sostenibilidad a una verificación externa. Según los expertos de EFRAG, la información solicitada es suficientemente sencilla de recopilar y los errores suelen ser limitados. Las auditorías externas, por otro lado, representan un gasto adicional significativo, que se evita bajo este enfoque. También se ha tenido en cuenta que la Directiva de Alegaciones Ecológicas (Green Claims Directive) ya establece sanciones por proporcionar información falsa, lo que actúa como un incentivo suficiente para que las empresas actúen de manera responsable sin la necesidad de recurrir a costosas auditorías.
Ecosistema para pymes
Con el fin de acompañar a estas empresas en la adopción del nuevo Estándar, en febrero de 2025 se lanzó la iniciativa “Ecosistema para pymes”, con el objetivo de sensibilizar y facilitar su incorporación en el mercado. Entre las herramientas previstas, se incluyen:
- Foro de grupos de interés: Creación de una plataforma que facilite la colaboración entre diferentes actores (como pymes, bancos y agencias de calificación) para compartir las mejores prácticas en la materia.
- Mapeo de iniciativas existentes: Conexión entre iniciativas, herramientas y plataformas existentes, ayudando a las pymes a acceder a los recursos que necesitan.
- Formación y divulgación: Realización de eventos, talleres y sesiones formativas a lo largo de Europa, con el fin de educar a las pymes sobre la Norma y sus beneficios. Actualmente, ya se han publicado una serie de vídeos explicativos en los que se presentan los aspectos generales de la norma y se detalla el contenido de cada uno de sus módulos.
Asimismo, se contempla la creación de una única plataforma electrónica que facilite el envío de información, posiblemente usando el formato XBRL. Esta herramienta permitiría centralizar los datos y conectarlos con registros oficiales, aunque todavía se está estudiando su viabilidad y alcance.
Pasos futuros tras el paquete Ómnibus
El 26 de febrero de 2025, la Comisión Europea presentó el Paquete Ómnibus, una serie de propuestas para simplificar algunas de las normas de la Unión Europea relacionadas con sostenibilidad. Esta propuesta sugiere que la normativa CSRD se aplique únicamente a las empresas con más de 1.000 empleados y un volumen de negocios superior a los 50 millones de euros o un balance general superior a los 25 millones de euros. Si finalmente se aprueba dicha simplificación, las empresas de entre 250 y 1.000 empleados no quedarían cubiertas por esta normativa de forma clara.
Una de las opciones que se está evaluando es incluir a las medianas empresas bajo la Norma voluntaria para pymes. EFRAG ha señalado que, en su diseño actual, este Estándar está pensado para organizaciones de menos de 250 empleados y no ha sido probada en compañías de mayor tamaño. Por lo tanto, aún se espera que la Unión Europea se pronuncie sobre las directrices a seguir para las empresas medianas.
¿Y qué sucede con las pymes cotizadas?
En 2022, comenzó el desarrollo de una norma específica para las pymes cotizadas, inicialmente con carácter obligatorio, tal como se establecía en la primera versión de la CSRD. En marzo de 2024, EFRAG aprobó el borrador de esta Norma por amplia mayoría como recomendación técnica. Sin embargo, su adopción oficial está pendiente de decisiones políticas, ya que el paquete Ómnibus podría modificar el alcance de la CSRD, lo que sugiere que finalmente este Estándar no será obligatorio para las pymes cotizadas.
En conclusión, aunque persistirán incertidumbres sobre el impacto de decisiones políticas durante el año 2025, el futuro del reporte de sostenibilidad para pymes parece centrarse en una simplificación que se ajuste a la realidad de cada empresa, siempre con el objetivo de impulsar una economía más responsable y accesible para todos. Desde Anthesis, estaremos atentos a las principales novedades y seguiremos acompañando a las pymes en este proceso de transición hacia la sostenibilidad.
Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a conseguir tus objetivos de sostenibilidad.
Contenido relacionado


Sostenibilidad en 2025: Tendencias del primer semestre y perspectivas para lo que queda del año

Debida diligencia en derechos humanos: una necesidad empresarial más allá de la CSDDD
