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La memoria de sostenibilidad se ha consolidado como una herramienta fundamental para que las organizaciones comuniquen de forma transparente sus avances, compromisos y desafíos en materia ambiental, social y de buen gobierno. Más allá de cumplir con requisitos normativos o expectativas del mercado, se trata de una oportunidad para construir un relato, generar confianza y fortalecer el vínculo con los grupos de interés.
En esencia, una memoria de sostenibilidad es una herramienta de comunicación estratégica. No se trata solo de presentar datos o indicadores, sino de crear una narrativa inspiradora que recoja la historia de una organización, sus convicciones y valores, su propósito y la forma en que busca generar un impacto positivo en el mundo. Y para que esa historia conecte, inspire y perdure, es fundamental saber cómo contarla.
En este artículo compartimos el enfoque de Anthesis para abordar la creación de una memoria de sostenibilidad, así como los principios clave que cualquier equipo debería tener en cuenta para transformar datos en una narrativa poderosa, accesible y relevante.
El enfoque de Anthesis

Nuestro proceso de trabajo está estructurado en cinco etapas clave (una pre-fase y cuatro fases principales), que aseguran un desarrollo estratégico, riguroso y eficiente del informe. Este enfoque no solo nos permite garantizar la calidad del contenido, sino también adaptar la memoria a las necesidades específicas de las distintas audiencias.
Pre-fase: Recopilación y análisis de información y datos
Este es el punto de partida de todo el proceso. En esta etapa se recopila toda la información relevante que debe incluirse en la memoria, así como las principales conclusiones derivadas del análisis previo. El objetivo es integrar la estrategia de sostenibilidad de una forma clara y alineada con los objetivos globales de la organización.
Fase 1: Estructurar el contenido
Una vez definidas las áreas prioritarias y la forma como se integrará la estrategia de sostenibilidad, comenzamos a delimitar la estructura de contenidos y el alcance del informe. Aquí se recopila el contenido bruto y se trabaja en los primeros borradores. Esta fase es fundamental para sentar las bases del mensaje que queremos transmitir.
Actividades clave:
- Preparación.
- Recolección de contenido.
- Desarrollo de borradores iniciales.
Fase 2: Crear el contenido y el diseño
Con los borradores iniciales ya planteados, pasamos a trabajar en la parte visual y en la narrativa de la memoria. Esta fase incluye la definición del territorio conceptual para el planteamiento de la línea narrativa, la elección de una línea gráfica acorde con el concepto, el diseño de los primeros layouts y la revisión del contenido para asegurar consistencia y coherencia entre texto e imagen.
Actividades clave:
- Definición del concepto narrativo
- Diseño gráfico
- Revisión de contenido
- Maquetación preliminar
Fase 3: Producción de la memoria
En esta fase se realiza un trabajo detallado de revisión, indexación y validación del contenido. Se mapea la información con los estándares requeridos y se somete a una revisión exhaustiva, tanto interna como externa (auditoría). Una vez validado todo, se obtiene la versión final del informe.
Actividades clave:
- Mapeo de estándares y desarrollo de índices.
- Edición final, revisión por auditor y aprobación.
Fase 4: Activación
Con la memoria ya finalizada, el siguiente paso es asegurar su activación efectiva. Esto implica adaptar y personalizar el contenido para diferentes audiencias clave. El objetivo es asegurar que cada grupo reciba el mensaje de forma clara, atractiva y relevante.
7 principios para un buen reporting
Elaborar una memoria de sostenibilidad eficaz no es una ciencia exacta ni existe una única fórmula. Sin embargo, sí contamos con un conjunto de principios y buenas prácticas que nos orientan para construir un documento riguroso, transparente y capaz de conectar con distintos grupos de interés. Una memoria que no solo refleje fielmente la historia de la organización, sino que también inspire, conecte con sus audiencias y sea accesible y fácil de consultar.
A continuación, compartimos los principios que guían al equipo de Anthesis en la elaboración de cada memoria de sostenibilidad:
- Storytelling: una narrativa sólida es la base de toda buena memoria. Contar la historia de la organización de forma clara, inspiradora y con voz propia permite transmitir su propósito, los valores que la impulsan y el impacto real de su actividad en la sociedad. Una buena narrativa no solo informa: conecta emocionalmente.
- Modularidad: una memoria moderna debe ser dinámica y adaptable. Apostamos por estructuras modulares que permiten presentar la información en distintos formatos, adecuados para cada público objetivo. Desde microsites con navegación temática hasta capítulos individuales que pueden difundirse en diferentes canales, buscamos siempre la mejor experiencia de uso y accesibilidad
- Informar e inspirar: la efectividad de una memoria también reside en su capacidad para facilitar la comprensión. Para lograrlo, incorporamos recursos visuales e interactivos como infografías, gráficos dinámicos y vídeos. Estas herramientas no solo enriquecen el contenido, sino que también humanizan los datos y acercan las iniciativas a quienes las leen.
- Enfocarse en lo esencial: un buen reporting exige enfoque y consistencia. Identificamos los temas estratégicos y materiales más relevantes para la organización, y centramos el informe en lo que realmente importa. Esta priorización permite comunicar el progreso de forma clara y medible año tras año, fortaleciendo la comparabilidad y la coherencia.
- Claridad estratégica: toda memoria necesita una estructura clara que actúe como columna vertebral del relato. Un informe bien organizado facilita la comprensión global y asegura que aspectos clave como prioridades, metas y temas materiales estén visiblemente integrados y alineados con la estrategia de sostenibilidad.
- Transparencia completa: la transparencia no solo es una exigencia normativa, es una oportunidad de generar confianza. Los informes más sólidos no se limitan a mostrar logros: también visibilizan retos, errores y áreas de mejora. Ser honesto y abierto refuerza la credibilidad ante todos los grupos de interés.
- Diseño intuitivo y funcional: un buen diseño va más allá de lo estético. Debe facilitar la navegación, ordenar los contenidos y guiar al lector de forma natural. Apostamos por un diseño accesible, coherente con la identidad de marca, que aporte claridad y potencie la experiencia del usuario.
El informe de impacto: ejemplo de cómo integrar estos principios
Un excelente ejemplo de cómo aplicar de forma efectiva los principios de reporting es el informe de impacto. Este tipo de informe se caracteriza por ser más visual, conciso e inspirador que una memoria de sostenibilidad tradicional. Su diseño y narrativa están pensados para conectar de forma directa y emocional con las audiencias, facilitando la comprensión y generando un mayor grado de implicación.
Los informes de impacto representan una evolución en el ámbito del reporting: son formatos más actuales, atractivos y accesibles, que permiten transmitir los avances y compromisos de sostenibilidad de forma clara, dinámica y estratégica.
Uno de los casos más representativos de este enfoque es el informe “The Positive Cup” de Nespresso, que ejemplifica a la perfección cómo integrar narrativa, diseño, claridad estratégica, transparencia y modularidad en un solo documento. Un informe que no solo informa, sino que inspira y moviliza.

He publicado mi memoria de sostenibilidad, y ¿ahora qué?
Publicar una memoria de sostenibilidad no marca el final del proceso, sino el inicio de una nueva etapa clave: la activación del contenido. La memoria no debe quedarse como un documento estático o meramente formal; por el contrario, representa una poderosa herramienta de comunicación que puede y debe ser aprovechada para generar valor a lo largo del tiempo.
Una vez publicada, la memoria se convierte en un recurso estratégico que permite desplegar múltiples acciones dirigidas a los principales grupos de interés. Desde campañas de comunicación interna hasta estrategias de posicionamiento externo, la memoria puede nutrir un ecosistema rico y diverso de mensajes, canales y formatos, adaptados a las necesidades e intereses de audiencias específicas.
Este enfoque permite:
- Traducir los contenidos clave en narrativas relevantes para distintos públicos (clientes, empleados, inversores, medios, etc.).
- Reutilizar el contenido en infografías, clips de vídeo, publicaciones en redes sociales, newsletters o presentaciones corporativas.
- Movilizar a la organización en torno a sus compromisos y logros, reforzando el propósito compartido.
- Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas, manteniendo una conversación continua con los stakeholders.
La memoria no es el final del camino, sino el punto de partida para crear un ecosistema de activos de comunicación en sostenibilidad que sirven para movilizar y generar compromiso social y medioambiental en los distintos grupos de interés de la organización.
Ponte en contacto con nosotros y descubre cómo podemos ayudarte a conseguir tus objetivos de sostenibilidad.