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Estamos ante un cambio de paradigma en la gestión de los servicios urbanos. Ya no basta con que las ciudades estén limpias: necesitamos saber qué, cómo y cuánto recogemos, con datos objetivos y trazables para poder gestionar de forma eficiente y cumplir con los objetivos de la Ley de Residuos y lograr reducir al mínimo el impuesto al vertido.
Ante esta realidad, la digitalización no es solo una herramienta, es el vehículo que permite pasar de la planificación teórica a la gestión basada en la realidad del servicio. Y esto implica transformación, y no solo tecnológica, sino también estructural y cultural.
De la intuición a la evidencia: un nuevo paradigma en la gestión pública
El salto hacia una gestión basada en datos no es solo una cuestión de herramientas. Es una decisión estratégica que transforma cómo se planifica, ejecuta y evalúa el servicio público. En este nuevo paradigma, los datos no son un fin, sino un medio: un medio para tomar decisiones informadas, mejorar la eficiencia y garantizar la transparencia.
Sin embargo, para que los datos se conviertan en conocimiento útil deben cumplir varias condiciones:
- Ser veraces: recogidos con trazabilidad y sin manipulación.
- Estar estructurados: organizados según objetivos y prioridades claras.
- Ser contrastables: validados por todas las partes implicadas.
- Ser analizados: mediante cuadros de mando e indicadores que permitan detectar desviaciones y simular mejoras.
En muchos municipios, los técnicos aún trabajan con hojas de cálculo dispersas y sistemas inconexos. Esto impide una visión integrada del servicio y dificulta la toma de decisiones eficaces. Recopilar datos sin un propósito claro o sin validarlos no solo es inútil: puede generar desconfianza y errores de gestión.
Sin embargo, para evitar esta situación y poder pasar de una gestión basada en la intuición a una basada en datos verificables y compartidos, hacen falta tres pilares fundamentales:
- Voluntad política para priorizar la gestión basada en evidencia.
- Capacitación técnica para interpretar y utilizar la información generada.
- Herramientas interoperables que garanticen trazabilidad, transparencia y participación.
Aporta: una solución para recuperar el control del servicio
Frente a esta realidad, soluciones como Aporta, representan un avance significativo. Nuestra solución digital Aporta centraliza toda la información del servicio urbano (planificación, ejecución, calidad y participación ciudadana) en una única plataforma interoperable. Esto permite transformar datos en decisiones y evidencia contrastable, logrando una gestión más eficiente, justa y transparente.
Además de la tecnología, desde Aporta ofrecemos acompañamiento experto durante todo el proceso: desde el diagnóstico inicial hasta el análisis avanzado de resultados. Este enfoque integral permite a los equipos municipales liderar una transformación real, adaptada a sus contextos y recursos.
Gobernanza, corresponsabilidad y participación ciudadana
La digitalización también permite avanzar hacia una gobernanza más transparente y colaborativa. Gracias a la trazabilidad total del servicio, es posible aplicar modelos de pago por ejecución real y calcular tasas más justas, vinculadas al comportamiento ciudadano.
Aporta incluye módulos específicos para la tasa justa y la participación ciudadana. Integra datos de aportación (contenedores, puntos limpios, recogida puerta a puerta) con el padrón, permitiendo calcular descuentos automáticos, comunicar con la ciudadanía de forma bidireccional, y fomentar el reciclaje con incentivos concretos. En algunos municipios, esto ha implicado un aumento de más de 15 puntos en la recogida selectiva.
Cuando la ciudadanía percibe que su esfuerzo tiene un impacto directo, ya sea en la tasa o en la calidad del servicio, responde positivamente. Se genera así un círculo virtuoso de corresponsabilidad y mejora continua.
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